Nuestro centro de enseñanza es el lugar donde se relacionan entre sí los distintos miembros que forman nuestra comunidad: profesorado, padres y madres, alumnado, personal de administración y servicios. Para que la convivencia sea armoniosa, y pueda ser fructífera, es necesario que haya respeto mutuo entre los diferentes miembros de la comunidad educativa, así como que existan unas normas básicas de comportamiento que sean observadas y cumplidas por todos. Lo que implica la aceptación de otras opiniones y estilos de vida, la resolución por medios no violentos de las tensiones y disputas, algo que es como una condición natural del desarrollo de las relaciones.

Este Plan de Convivencia, fruto del consenso y el trabajo de toda la comunidad educativa, presenta el conjunto de acciones destinadas a la mejora de la comunicación y las relaciones interpersonales de todos los miembros integrantes de la misma. Se concibe con la esperanza de que sea una herramienta útil que permita la convivencia y pueda orientarnos en la resolución de todas las situaciones de conflicto que puedan surgir en la práctica diaria.

La labor educativa desarrollada por nuestro centro no se centra solo en favorecer el aprendizaje por parte del alumnado de conocimientos puramente académicos, sino que ésta contempla también la comprensión y asunción de una serie de valores, actitudes y comportamientos que faciliten su plena integración como ciudadanos en nuestra sociedad.

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